Mandá ese currículum, imprimí tus tarjetas… inscribíte en ese curso que deseas hacer y no sabes si…

Largá con el restorán, abrí tu página de facebook…

Escribí esas ideas que tenés… abrí el blog…

Poné tu local de ropa…

Escribí el primer paso de todas las tareas que tenés que realizar para lograr eso que fantaseas en tu cabeza … aunque ese primer paso sea averiguar el número de teléfono de la persona que te puede decir dónde se compran las cosas que necesitas para tu proyecto…

Da ese paso por más chiquito que sea…

Te digo un secreto: no te van a salir las cosas perfectas… ni ahora… ni mañana… ni nunca… porque a nadie le salen así… siempre hay lugar para mejorar, aún para esa persona que admirás, que te parece excelente y que pensás que jamás dudó de nada.

Si no comenzás, nunca vas a mejorar…

Sé que querés que tu proyecto o tu idea se lleve a cabo y que sea increíble o incluso perfecto…pero no va a ser perfecto, por la simple razón de que la perfección no existe.

Lo mejor, lo perfecto es lo que PUEDAS hacer HOY…lo que HAGAS hoy… después habrá tiempo para mejorar porque habrá tiempo para APRENDER.

Lo paradójico de la auto-exigencia es el poder que tiene de paralizarnos. Nos ponemos tanta presión y rigidez para que nos salga todo perfecto, que es más fácil huir y olvidarnos de lo que deseamos.

Así de paradójico es y así de torturantes podemos ser con nosotros mism@s.

Pero hay una salida: HACER y APRENDER, hacer y aprender; seguir haciendo y seguir aprendiendo…

Porque el objetivo no es la perfección, es darte la oportunidad a vos mism@ de hacer lo que soñás, de
darte permiso para mostrarle al mundo tus talentos.

HACÉ… y seguí aprendiendo.