Cuando queremos lograr una meta, manifestar un sueño, hacemos un plan de lo que queremos y comenzamos a trabajar para eso, esto muchas veces nos da resultado y muchas veces no; hay veces que por más acciones que llevemos a cabo no logramos manifestar lo que deseamos. Esto a veces puede deberse a que nuestras creencias subconscientes (aquellas que hemos absorbido inocentemente de pequeños y que no podemos ver) no están alineadas con el objetivo que nos hemos fijado.
Nuestras creencias subconscientes forman patrones de conducta, porque son una verdad bajo la cual actuamos en piloto automático sin siquiera verla. Y nuestro subconsciente tiene la función de mantenernos con vida, por lo tanto acatará cualquier verdad que tenga grabada a toda costa. Si por ejemplo deseo ser artista y expresarme, pero en mi mente subconsciente está instalada la creencia de que expresarme para mí no es seguro porque alguna vez que lo hice sufrí mucho; cada vez que tenga la oportunidad de expresarme de alguna forma “huiré” de esa situación. Si quiero ser independiente y vivir de lo que me gusta pero en mi subconsciente tengo la creencia de que “si trabajo de lo que me gusta voy a ganar poca placa” (piensen cuantas veces hemos escuchado esto de niños) pues eso será lo que ocurra, cualquier oportunidad que tenga de alguna forma dará el resultado de mi programa subconsciente.
Para lograr nuestras metas y manifestar lo que deseamos debemos alinear nuestra mente consciente con nuestro subconsciente, de lo contrario corremos el riesgo de sabotear nuestros mejores esfuerzos por creencias muy arraigadas que se han transformado en un patrón de conducta.
Al reprogramar nuestras creencias y cambiar nuestro paradigma de comportamiento podemos trabajar tranquilos y con certeza por nuestras metas y sueños ya que todos nuestros recursos, acciones, nuestro corazón, nuestro enfoque y nuestro poder ilimitado están alineados con nuestro objetivo.